Grabaciones revelan que trabajan de la mano con empleados corruptos.La red de corrupción ha tendido su brazo hasta la Dirección General de Migraciones y Naturalización (Digemin). Allí los traficantes captan a empleados, a quienes les pagan por sus “servicios” de sacar del país a sus “clientes” o hacer ingresar, como por un tubo, a extranjeros con problemas legales. Lo primero que uno se percata en la Digemin, en la cuadra 7 de Prolongación España, Breña, es la retahíla de "jaladores" apostados a inmediaciones del local, quienes ofrecen sus servicios para cualquier trámite. Una vez dentro, el paso obligado es Mesa de Partes, donde el encargado le insinúa que con 10 soles “se agiliza el trámite”. Pero los montos altos, de 50 dólares a más, son para resolver “verdaderos problemas” y en donde el “jalador” lo pone en contacto con algún tramitador (no todos hacen malas prácticas) quien le cobrará por su servicio, además de los pagos a los “operadores” de migraciones, que son en realidad los que “mueven los papeles”.



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