Nadie podría olvidarla. La recordamos al disfrutar de las rosas, al ver su nombre en un pueblo o en una pared, o cuando cuelga su imagen en el retrovisor de un vehículo. Es Santa Rosa de Lima, la santa que está en los corazones de las miles de personas de todo el mundo que creen incondicionalmente en ella. La fe y el amor que le tienen es tan grande como cielo gris que cubre Lima. Ella se entregó en cuerpo y en alma a Dios y a sus semejantes. La patrona del Perú, del Nuevo Mundo y de Filipinas terminó sus días ayudando a los demás y luchando para que nadie pierda la esperanza que las cosas pueden cambiarSANTA ROSA DE LIMA
Nadie podría olvidarla. La recordamos al disfrutar de las rosas, al ver su nombre en un pueblo o en una pared, o cuando cuelga su imagen en el retrovisor de un vehículo. Es Santa Rosa de Lima, la santa que está en los corazones de las miles de personas de todo el mundo que creen incondicionalmente en ella. La fe y el amor que le tienen es tan grande como cielo gris que cubre Lima. Ella se entregó en cuerpo y en alma a Dios y a sus semejantes. La patrona del Perú, del Nuevo Mundo y de Filipinas terminó sus días ayudando a los demás y luchando para que nadie pierda la esperanza que las cosas pueden cambiar
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