Enterrado hasta el cuello fue hallado 'don Diego', el mayor capo del narcotráfico capturado


BOGOTA - El jueves, el comandante del Ejército, general Mario Montoya, recibió una llamada del comandante del Bloque de Búsqueda en el Valle, que le informaba que por décima vez en los últimos dos meses volvían a tener noticias de la ubicación de 'don Diego' en la zona del cañón de Garrapatas (Norte del Valle).Desde ese momento empezó a andar la operación 'Simeón', que ayer terminó con la captura del narco más buscado por la justicia de Colombia y Estados Unidos en los últimos años.A partir de ese momento se definió que solo cuatro personas estarían al tanto del asunto: el ministro Santos, los generales Freddy Padilla (comandante de las Fuerzas Militares), Montoya y el coronel del Bloque de Búsqueda.La información era más precisa: "Está en un área de 40 kilómetros cuadrados, en alguna de las fincas entre Zarzal y La Tebaida. ¿Qué hacemos?", preguntó el oficial.Transcurrieron 12 horas más y era imposible hacer la operación porque en la zona había 40 haciendas donde podría estar 'don Diego'.Sin embargo, a las 2 de la tarde del domingo un grupo de inteligencia militar, con los datos suministrados por un informante cuya identidad sigue siendo un misterio, ubicó la hacienda en la vereda El Vergel.Seis horas más tarde, el mismo informante dio el nombre de la hacienda donde estaba 'don Diego' con no más de 30 hombres: 'El Pital'. Desde Bogotá se le dio luz verde a 'Simeón' y 45 hombres, entre pilotos de la Aviación del Ejército y el grupo del Bloque de Búsqueda, se prepararon para el desembarco.A las 4:30 de la madrugada de ayer arrancó en firme la operación y 50 minutos después, a las 5:20, las Fuerzas Especiales desembarcaron en los corrales de la lujosa casa de campo.Desde el helicóptero los soldados vieron que un hombre salía corriendo. Esa fue la pista que siguieron luego de que en la casa solo encontraron a un escolta, a un tío y a la mamá del capo."Las Fuerzas Especiales esculcaron la casa, pero 'don Diego' no apareció. Sin embargo, encima de la cama dejó abandonada su billetera. Allí había dos cédulas y una de ellas era la de Diego Léon Montoya", contó uno de los militares que participaron en el golpe."Los disparos contra la tropa no cesaban y ellos (los soldados) decidieron ir en la dirección de donde les disparaban", dijo la fuente.Fue cuando se dieron cuenta de que había huellas por entre el monte y una señal de que uno de los pies era arrastrado. No cabía duda de que era el rastro de 'don Diego', quien quedó con un pie inmóvil luego de un accidente de tránsito en el Tolima.Uno de los militares siguió la pista y tropezó con un montón de hojas. Resultó ser la cabeza de 'don Diego', que estaba literalmente enterrado en el suelo, en una caleta, y recubierto con follaje."La primera reacción de este sujeto fue tratar, como son los mafiosos, de sobornar a sus captores, le ofrecieron (...) cinco millones de dolares a cada uno," agregó.Aún en el piso, Diego León Montoya se negó a caminar y tuvo que ser llevado casi a rastras hasta el helicóptero. Cuando ya lo iban a subir, su madre, una mujer sencilla y de unos 70 años, se abrazó de él y le gritaba a los soldados que su hijo no era malo, como decían en las noticias.Con él fue capturado Francisco Javier Vélez. En la casa, además de sus familiares, estaba la novia de Diego Montoya. Su primera noche de capturado la pasó en el búnker de la Fiscalía, que permanece custodiado por Ejército.

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